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jueves, 7 de febrero de 2013

Paseábase el Rey moro

El romance es una forma poética cantada con carácter narrativo (cuenta una historia de principio a fin) que hunde sus raíces en la tradición lírica española.
Se trata de una forma que está presente tanto en la música popular como en la culta y, a veces, un mismo poema admite distintas melodías, puesto que, gracias a la tradición oral, se ha ido "deformando" su melodía original y se canta de distintas formas dependiendo de la fuente que tomemos.
A continuación puedes ver cómo un mismo poema, Paseábase el Rey moro es cantado con distinta melodía y diferente carácter en los dos ejemplos que ponemos a continuación:




Paseábase el Rey moro, Joaquín Díaz







 Paseábase el Rey moro, melodía Luis de Narváez (Renacimiento español)

Este es el texto del poema completo:

      ROMANCE DE LA PÉRDIDA DE ALHAMA

  Paseábase el rey moro
 por la ciudad de Granada
 desde la puerta de Elvira
 hasta la de Vivarrambla.
    —¡Ay de mi Alhama!—
 
Cartas le fueron venidas
que Alhama era ganada.
Las cartas echó en el fuego
y al mensajero matara,
       —¡Ay de mi Alhama!—
 
Descabalga de una mula,
y en un caballo cabalga;
por el Zacatín arriba
 subido se había al Alhambra.
         —¡Ay de mi Alhama!—
 
Como en el Alhambra estuvo,
al mismo punto mandaba
que se toquen sus trompetas,
sus añafiles de plata.  
          —¡Ay de mi Alhama!—
 
Y que las cajas de guerra
apriesa toquen el arma,
porque lo oigan sus moros,
los de la vega y Granada.
           —¡Ay de mi Alhama!—
 
Los moros que el son oyeron
que al sangriento Marte llama,
uno a uno y dos a dos
juntado se ha gran batalla.
            —¡Ay de mi Alhama!—
 
Allí fabló un moro viejo,
de esta manera fablara:
¿Para qué nos llamas, rey,
 para qué es esta llamada?
            —¡Ay de mi Alhama!—
 
—Habéis de saber, amigos,
 una nueva desdichada:
que cristianos de braveza
ya nos han ganado Alhama.
            —¡Ay de mi Alhama!—
 
Allí fabló un alfaquí
de barba crecida y cana:
Bien se te emplea, buen rey,
buen rey, bien se te empleara.
              —¡Ay de mi Alhama!—
 
Mataste los Bencerrajes,
que eran la flor de Granada,
cogiste los tornadizos
de Córdoba la nombrada.
             —¡Ay de mi Alhama!—
 
Por eso mereces, rey,
una pena muy doblada:
que te pierdas tú y el reino,
y aquí se pierda Granada.
              —¡Ay de mi Alhama!—

Tarea:
Investiga sobre el origen de los romances en la literatura española y explica cuál es su procedencia.
Lee el poema detenidamente y responde:

-¿Cuál es el tema que trata?
-¿Cuántas estrofas tiene?
-¿Cuál es su métrica?
-¿Cómo es su rima?

Escucha nuevamente las versiones de Joaquín Díaz y la de Luis de Narváez y dí cuál te parece más antigua y cuál de las dos pertenece a la tradición follórica y a la música culta explicando, al menos, un motivo que te lleve a pensar así.
Realiza la tarea en un documento open office y envíalo a la dirección:

lolitagonzalez1976@gmail.com

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